¿SE HAN PUESTO A PENSAR? “Pienso, luego existo”

Zürich | Suiza

– El pensar no requiere, no precisa y no exige conocer de letras, formación escolar ni imposición cultural o dogmática.

La mayor necesidad que ha padecido y de la que carece el mundo es la de seres humanos —hombres y mujeres— que no se vendan ni se compren; gentes que sean sinceras y honradas en lo más íntimo de su ser; personas que no teman dar a la maldad el nombre y sitio que le corresponden; gentes cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula, el instinto y la razón que nos orientan; gentes que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos, la tierra tiemble y las aguas cambien de color.

El mundo que vivimos, por ahora, lo idealizan a través de trazos de relatos elaborados en centros de inteligencia que tienen como propósito ponernos a pensar en sintonía y razón de quienes, como sector gobernante y clase social oligárquica, dirigen el Estado a nivel local, e impulsan una arquitectura de poder a nivel mundial que prioriza sus intereses geopolíticos y económicos sobre el bien común.

Informaciones y opiniones sobre acontecimientos en el mundo evidencian y nos llaman a escudriñar y pensar para ver esto: “más de 150 empresas de relaciones públicas se han sumado al bombardeo de propaganda” contra Rusia. Lo dijo el comandante de la OTAN, Sean McFate, quien en declaraciones al Washington Post afirmó: “son realmente excelentes en estrategia (stratcom): medios, operaciones de información y también operaciones psicológicas”. Este mismo patrón de construcción de un relato para justificar la agresión se evidencia en el Caribe y el Atlántico. Allí, una operación militar se despliega bajo el pretexto de una lucha antidroga que altos funcionarios y expertos califican de “gran farsa” y “falso pretexto”, señalando que su objetivo real no es el narcotráfico, sino el hostigamiento y el cambio de régimen en Venezuela, un país rico en recursos estratégicos.

El costo humano de este relato es alto: se reporta la destrucción de embarcaciones y la muerte de decenas de personas en aguas internacionales bajo esta campaña, mientras los datos desmienten su efectividad contra el tráfico real. Un ex alto funcionario internacional revela que solo un mínimo porcentaje de la droga pasa por Venezuela, un país que los informes no consideran una ruta relevante, y señala que el famoso “Cartel de los Soles” es una ficción geopolítica “tan legendaria como el Monstruo del Lago Ness”. Mientras tanto, el verdadero costo se mide en vidas: en el país que lidera la operación mueren decenas de miles de personas al año por sobredosis de fentanilo, una epidemia originada en sus propias farmacéuticas. Paradójicamente, su gobierno destina centenares de veces más recursos al gasto militar que a la prevención del consumo de drogas, desnudando la doble moral y las prioridades reales detrás del relato.

También podríamos verlo y pensar en la enorme cantidad de dinero y beneficios que los gobiernos gastan con facilidad en publicidad, medios de opinión y propaganda. Los gobiernos del régimen del PLD terminaron gastando RD$10.2 millones por día (diez millones doscientos mil pesos por día). Los gobiernos del PRM —Luis Abinader—, a pesar de haber sido críticos de ese gasto no prioritario, llevan un ritmo que mantiene ese monto y lo supera, según las indicaciones presupuestadas.

Pensar no es difícil; pensamos hasta durmiendo. La dificultad nos la han creado desde los centros de inteligencia o pensamiento que, desde la antigüedad, han procurado separarnos de la naturaleza y de la libertad. Pensamos desde el condicionamiento, de modo que cuando sentimos tener la respuesta, nos la cambian por otra de mayor complejidad, temor y dudas.

No sé si te has puesto a pensar: si, como proclama la Escritura, “los humildes heredarán la tierra” (Salmo 37:11), ¿por qué sus recursos y riquezas los disfrutan los que menos los necesitan? Nos han puesto a pensar que es cosa del libre albedrío o del destino. ¿Te has puesto a mirar y pensar que, en plena época del desarrollo tecnológico e inteligencia artificial, el destino y libre albedrío de la mayoría de la gente es seguir luchando, sin venderse ni ponerse precio, hasta que en el mundo o país de identidad se instaure un gobierno de equidad y paz?